Dos sitios islámicos entre Tánger y Ceuta
Ubicadas en el llamado “Círculo del estrecho de Gibraltar”, entre Tánger y Ceuta, sobre la costa mediterránea y en la desembocadura del río del mismo nombre que forma un embalse natural, se encuentran las ruinas de la antigua ciudad de Ksar Sghir. Las excavaciones arqueológicas revelaron que este antiguo emplazamiento fue ocupado en el siglo I antes de nuestra era y convertido en una salazón de pescado bajo la dominación romana.
En realidad, fue uno de los importantes puntos de paso de los almorávides hacia Al Andalus, y también fue el puerto de llegada de los moriscos expulsados de España. En el siglo XI el geógrafo al Bakri la llamó Madinat al-Yam, la ciudad del mar.
En el siglo XIII adquirió las características que la hacen única, no sólo en Marruecos sino en todo el occidente musulmán: una ciudad fortificada que ocupa una superficie de 5000 m2, rodeada por una muralla circular de doscientos metros de diámetro con 29 torres redondas y tres monumentales puertas: Bab al Bahr, Bab Sebt y Bab Fas. En su interior albergaba una mezquita y un hamman entre las viviendas y callejuelas.
A partir de 1458 estuvo ocupada por los portugueses, quienes llegaron con 220 barcos que transportaban 25000 hombres al mando de Alfonso V El Africano. Una vez conquistada la ciudad, transformaron esa monumental estructura adaptándola a sus necesidades y las exigencias de las nuevas armas de fuego, demoliendo la parte más alta de las torres y la muralla y excavando una zanja de 4 metros de profundidad y 6 pies de ancho. En esa época se construyó la Iglesia de San Sebastián.
Estamos en la antigua Alcazarseguir, que significa “Castillo pequeño”, en la región de Yebala, a pocos kilómetros del puerto de Tánger-Med, destinado a ser el más grande de África.
Ya que estamos aquí, aprovechemos para conocer otro sitio islámico, a 7 Km. al oeste de Ceuta: Belyounech, en las estribaciones del Jbel Musa. Su historia está ligada a la de Ceuta; en efecto, en el siglo XII, era considerada un lugar de descanso para los habitantes de ésta, con su puerto natural y su abundancia de agua.
Aquí podremos ver vestigios de la arquitectura civil en sus mansiones, hammams y mezquitas, y también construcciones defensivas; las excavaciones comenzaron en 1972 y continuaron hasta 1978, y su importancia se revela por la presencia de un tipo especial de arquitectura: la “muniya”, única en su género, muy conocida en Andalucía en la edad media, y también por la agricultura aterrazada en las vertientes del Jbel Musa.
Foto: Casraoui

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