Gulimim, una ciudad diferente
Capital de la región de Gulimim, situada al sur de Marruecos, con una población de 100.000 habitantes, la ciudad de Gulimim es llamada “la puerta del Sahara”, debido probablemente a su pasado como centro mercantil donde los tuaregs venían a vender sus alhajas y camellos, y como lugar de paso de las caravanas que comerciaban oro, especias, ropa y esclavos.
Gulimim se considera diferente a otros lugares de Marruecos. No es una ciudad demasiado antigua, y no tiene las calles angostas que son un rasgo tradicional común a las ciudades marroquíes. En cambio, se caracteriza por sus bonitas casas de color rosado fuerte, que sin ser demasiado originales tienen suficientes variaciones dentro de un mismo modelo como para no dar sensación de monotonía.
Las plazas son muy abiertas, como sucede en general en Marruecos a medida que avanzamos más hacia el sur, y provocan una extraña sensación de vacío; la vida parece aferrarse a las casas circundantes que ofrecen su sombra en los días calurosos.
En Gulimim encontrarás un mercado permanente, muy interesante de ver por ser genuino y modesto, destinado a servir a las necesidades de los habitantes locales, no tanto como atractivo turístico. También hay un mercado semanal, que ya no es la antigua feria donde los campesinos llevaban sus productos para venderlos en la ciudad, sino que en las últimas décadas ha pasado a ser más bien un mercado de pulgas; es interesante para el turista dar una vuelta por el mercado semanal, y observar a la gente y sus costumbres: suelen vestir sus ropas tradicionales, y a muchos de ellos, que poco conocen fuera de su aldea, se los ve abrumados por el ajetreo de la ciudad.
Otro punto de interés es el mercado de camellos; pero, atención, porque en muchos casos los mercados de camellos en países como Marruecos son más bien para mostrar al turista como curiosidad, y quizás no existirían si no fuera porque rinden un ingreso extra como atracción turística.
Sin embargo, no es así en Gulimim, donde el mercado de camellos se basa en las necesidades reales de la población; acá los camellos se venden de verdad, los mejores para cría, y los de tipo inferior se venden por kilo a las carnicerías que abastecen a los restaurantes de carne de camello.
Vale la pena visitar Gulimim para darse una idea de la vida auténtica de una población del sur marroquí, y seguramente te deparará muchos momentos agradables, sobre todo porque la gente es sumamente amistosa y cálida, y tienden a tratarte con familiaridad.
Foto: Ben de Graaf Bierbra…

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