Entre Fez y Ketama, la ruta de la unidad
Entre Ketama y Fez corre una ruta poco transitada, de 150 Km. de extensión, que une el Norte de Marruecos con la región de las montañas del Rif. Vale la pena conocerla, porque es uno de los símbolos más importantes de la independencia de Marruecos y por la belleza extraordinaria de los paisajes que atraviesa.
Por el tiempo en que Marruecos obtuvo su independencia, allá por la década de 1950, entre la zona de Fez, que había estado bajo dominio francés, y las montañas del Rif, hasta ese momento colonizadas por España, no había ninguna vía de comunicación; de modo que para la nueva nación, la construcción de esta ruta fue un acto de idealismo nacional y también de idealismo social, porque los quince mil hombres que trabajaron en el proyecto, realizaban sus tareas por las mañanas y por las tardes concurrían a cursos en la universidad.
Los paisajes a lo largo de la ruta son sumamente atractivos, y encontramos pueblos donde será interesante hacer un alto, como Aïn-Aïcha, moderno y pujante, aunque del otro lado del río subsisten los barrios más viejos.
El más importante, o uno de los más importantes, es tal vez Taunate, donde funciona un gran mercado todos los viernes. Otro pueblo interesante es Tissa, que tiene una feria de caballos a principios de octubre de cada año. Y si llegas en diciembre, será interesante que te detengas en Rafsaï para asistir al festival de la oliva.
La ciudad de Ketama, que es una de las cabeceras de la ruta, está situada en las proximidades del monte Tidirhine, que ofrece buenas posibilidades turísticas por estar cubierto de nieve durante los breves meses de invierno, lo que permite la práctica del esquí, y el resto del año se presta para la caza de jabalíes silvestres.
De hecho una de las mejores estaciones de esquí es la que se encuentra en la cima de ese monte. Es interesante recorrer la parte española de la ciudad, con la antigua iglesia del Sagrado Corazón, el Instituto España y el Cuartel de Regulares, con un pabellón que imita la Alhambra.
La ciudad de Fez, que es la otra cabecera de la ruta, es una de las ciudades más interesantes del Norte de África. En las cercanías se halla Al-Hoceima, otra visita obligada, lo mismo que Chefchauen, más confortable que Ketama; aquí siguen funcionando las factorías de cuero y los textiles con sus telares que siguen funcionando como hace siglos.
El recorrido por la Ruta de la Unidad puede hacerse en bicicleta, en vehículos de doble tracción o a lomo de burro o mula, una de las formas más divertidas ya que permite disfrutar del paisaje y comentarlo con los compañeros de viaje; sus curvas son suaves y es levemente descendente.
Foto: Tomás Paz

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