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Belleza, calma y tranquilidad en Arcila

Una de las formas más populares en que los turistas europeos llegan a Marruecos es a través de un ferry hacia la ciudad de Tánger, donde se pueden llevar una mala impresión por su desorden, por la cantidad de personas que quieren sacar ventaja de los extranjeros como los guías falsos y de los taxis que los acosan, aunque el resto de la ciudad tiene mucho para ver. Sin embargo, si te quieres alejar de todo esto a unos pocos kilómetros está la ciudad de Arcila.

A sólo cuarenta y cinco kilómetros o un viaje de aproximadamente una hora puedes llegar al tranquilo puerto de Arcila que es muy hermoso y es toda una joya turística que se encuentra en la costa norte de Marruecos sobre el Océano Atlántico. Para muchos turistas este lugar puede ser toda una sorpresa porque tiene sus calles muy limpias y es muy ordenada, comparada con el puerto de Tánger.

Para dirigirte hacia allí desde Tánger debes asegurarte de salir del puerto a donde te dejó el Ferry y dirigirte hacia la estación de trenes, a la de autobuses o a la más grande de los taxis. Muchos de estos medios de transporte salen varias veces al día hasta esta ciudad en un viaje que usualmente no dura más de una hora ni tiene un valor mayor a los cinco euros.


Ya allí sólo te queda relajarte y caminas las tranquilas calles de la Medina de Arcila que tienen galerías a ambos de sus lados y hermosas casas de color blanco. La gran mayoría de turistas tanto europeos como de otros lados del mundo se sienten muy atraídos por la atmósfera cultural y artística que se puede sentir en cada una de sus esquinas y talleres de artistas.

Otro lugar que no te puedes perder son sus hermosas playas que están ubicadas en su parte norte que se extienden por kilómetros a donde turistas año a año se reúnen allí para nadar, para surfear y para simplemente relajarse bajo el sol. Tal vez la época más ocupada para ir a esta ciudad sea en el mes de Agosto, que se consigue alojamiento, pero a precios mucho más elevados que el resto del año, así que te recomiendo ir en otra época o si tienes un espíritu más aventurero puedes ir a acampar a alguno de los lugares dispuestos para ello en la línea de la costa.

Foto 1 Vía: Viktor Kaposi
Foto 2 Vía: Pedro Lozano