Información sobre alojamiento en Taroudant

Palais Salam

Si tus pies te llevan de la costa de Marruecos hacia el interior un sitio donde debes detenerte es en la hermosa ciudad de Taroudant. Se la conoce como la «abuela de Marrakech» y todavía, a pesar de estar en pleno siglo XXI, conserva ese aire de típica parada de caravana. Te va a gustar. Ya hemos hablado de Freija, la ciudadela amurallada que está cerca, y de la posibilidad de pasear en carruaje por sus calles, pero podemos decir todavía más.

Un buen sitio para alojarse es el ex palacio real, hoy convertido en hotel de prestigio. Aquí puedes experimentar cierto lujo marroquí con fuentes y piscinas, patios preciosos y servicio impecable. Seguro no es para un mochilero pero si viajas con algo de dinero hospedarse en este lugar es una buena inversión. Por lo menos un par de días, los suficientes para deambular por el interior de este magnífico edificio cuyas fuentes están habitadas por aves, plantas acuáticas y tortugas. Las flores son otra constante, por lo menos en primavera.

Además, algunos muros están decorados con los tradicionales gráficos árabes, coloridos sobre fondo blanco, y por momentos puedes sentirte en una novela. Hay habitaciones con dos niveles, muy luminosas y con aire acondicionado. En verdad alojándote aquí puedes sentir la atmósfera del viejo Marruecos desde el punto de vista de un príncipe. Además tienes a mano la red de calles y callejones que serpentean, repletas de puestos, por las tres plazas principales de la ciudad y entre todo lo que ofrecen estos puestos no hay que dejar de comprar bisutería ya que el nivel de artesanías de Taroudant es de lo mejor del país.

Si no quieres quedarte a dormir en Taroudant entonces puedes convertir el paseo en una excursión de un día desde Agadir. Llegas en autobús, camino al Desierto de Sahara. Eso sí, el autobús te deja algo lejos del centro así que debes tomar un taxi. Después, ya te manejas a pie o también puedes alquilar una bici. En tu paseo no dejes de conocer las murallas desde las que tienes excelentes vistas, a las que subes desde la puerta principal, el palacio-hotel del que hablamos y los puestos comerciales que venden alfombras y joyas. Para huéspedes más exquisitos a 2 kilómetros de la ciudad hay un hotel mas lujoso todavía, La Gazelle d’Or. Su nombre lo dice todo.

Foto: vía Rediscover Morocco

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Categorias: Taroudant


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