El bosque de la Mamora, una pausa para la quietud

Bosque de la Marmora

Cerca de la ciudad de Rabat se encuentra el bosque de la Mamora, un lugar de paz y belleza donde al turista inquieto y aventurero le agradará pasar una tarde para hacer una pausa antes de emprender su próxima excursión.

La principal especie que puebla esta zona es el alcornoque, árbol de hojas perennes y fruto en forma de bellota, de cuya corteza se extrae el corcho.

Lo primero que debería saber el turista curioso es que la peculiaridad de este lugar está en el hecho de que más del cincuenta por ciento de los alcornoques de Marruecos se concentran en esta zona, o sea que cubren aproximadamente ciento treinta y cuatro mil hectáreas de bosque. Es por este motivo que se considera al bosque de Mamora como el mayor alcornocal del mundo.

Además del alcornoque, otras especies prosperan también en este magnífico bosque: pinos, eucaliptus y perales silvestres se diseminan por toda la zona. Y, naturalmente, donde abundan los árboles no podían faltar las aves, por lo que una visita al bosque de la Mamora hará las delicias de los aficionados a la observación de pájaros. Muchas especies tienen aquí su morada, y es especialmente atractivo el avistamiento de distintas variedades de halcones, como el Accipiter nisus (halcón de los gorriones, así llamado porque hace de ellos su presa) y el Circus aeruginosus (halcón de la marisma).

Una caminata a través del bosque, silencioso y recóndito, produce una impresión de soledad y aislamiento; sin embargo, en sus alrededores existen numerosas comunidades, especialmente de agricultores y ganaderos. Se calcula en treinta mil el número de personas que habitan en las proximidades del bosque.

Varios peligros amenazan la integridad de esta verdadera maravilla natural. El alcornoque es atacado por la polilla egipcia (Lymantria dispar), temible plaga que causa la desfoliación de bosques de madera dura e incluso afecta a árboles frutales. Desde 1919 en que se comprobó su existencia se la considera peste forestal y se la combate.  Años atrás hubo una rápida deforestación a causa de la fuerte industrialización del alcornoque, y se realizaron esfuerzos para revertir la situación y tratar de reforestar.

El ecosistema del bosque de la Mamora está amenazado también por la ganadería extensiva y los pastos. Entidades conservacionistas, con la cooperación de los granjeros, trabajan para frenar la degradación del bosque y cuidar y proteger la zona. Organizaciones defensoras del medio ambiente sugieren que una solución sería ofrecer a las poblaciones alternativas económicas, como la apicultura.

Foto: Vía Flickr – gabrimtnezmarmol

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Categorias: Naturaleza en Marruecos


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