La montaña Toubkal

Toubkal

Toubkal es el pico más famoso de Marruecos, por lo que no sería recomendable ir en durante los fines de semana puente, lo mejor es ir durante la primavera o el otoño. Cuando llegue a Imlil podrá elegir, si hay mucha gente, ascender al monte Ouanokrim.

Desde Marrakesh, recorriendo 60 kilómetros hacia la derecha por la ruta al Asni, lo llevarán a Imlil. No se deje apabullar por las ofertas de guías para el ascenso, elija alguno de los que tienen título en escalada de alta montaña marroquí, porque tienen excelentes conocimientos y se rigen por un tarifario establecido. También puede contratar un mulero que le acompañe llevando los bolsos y sus pertenencias.

Si llega con tiempo antes de iniciar la escalada, pasee por los valles de los alrededores donde encontrará pueblos bereberes de piedra o tierra; dependiendo de la época del año, podrá compartir el tranquilo ritmo de vida de los agricultores, que se hace festivo durante las cosechas, que  reúnen a toda la familia para recoger el fruto de los campos.

El macizo de Toubkal está formado por  varios picos pero el que se llama así tiene 4167 metros. La primera parte de la excursión de dos días no es muy compleja y primero se llega al refugio francés donde podrá pasar la noche, descansar y disfrutar de comidas reconfortantes. Tiene dos salones, una sala con televisión, biblioteca y una mesa de bridge y una cocina especial para los huéspedes. Si prefiere no subir más puede alojarse allí.

Cuando salga del refugio, camine hacia el este y verá una pala con un pequeño glaciar y por el final de este hay otra pala mucho más pronunciada donde el frio se acumula, lleve abrigo… si lo olvidó puede alquilarl uno en Imlil. Llegará a una especie de cerro desde donde se ve la cima de la montaña. Desde aquí queda caminar hacia arriba disfrutando del inigualable paisaje, pero el camino es pedregoso y el viento sopla fuerte.

La segunda parte es más complicada y el terreno suele estar resbaladizo, ¡toda una aventura!  En la cumbre lo sorprenderá encontrar una pirámide de hierro que no se sabe muy bien para qué está, pero no será muy importante ya que la vista desde allí es magnífica: los territorios de Gundafa al oeste, los de Glaua al nordeste, la llanura del Hauz y Marrakech al norte y la silueta del monte Siroua al sur son un espectáculo incomparable.

Cuando esté volviendo encontrará comerciantes que ofrecen artesanías y minerales, algunos aceptan ropa de abrigo en lugar de dinero.

Foto: Wiki Commons

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Categorias: Naturaleza en Marruecos


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